En este mundo acelerado, olvidamos a menudo la importancia de mantener un equilibrio entre nuestra salud mental y física. Este equilibrio no es sólo crucial para nuestro bienestar personal, sino que también tiene un impacto directo en nuestro desarrollo profesional.
Impacto de la salud mental en el trabajo
La salud mental afecta significativamente a nuestra capacidad de trabajar de manera productiva. Un estado mental saludable nos permite ser más creativos, gestionar mejor el estrés y mantener buenas relaciones con nuestros compañeros y compañeras.
Impacto de la salud física
Una buena salud física puede mejorar nuestra energía y estado de ánimo, facilitándonos afrontar las demandas del trabajo diario con mayor eficacia.
Un aspecto fundamental a menudo minusvalorado en el desarrollo personal y profesional es la relación entre nuestra salud física, la autoestima, y la forma en que interaccionamos con los demás. El deporte y una buena condición física juegan un papel crucial en esa dinámica.
El ejercicio físico regular y el sentimiento de bienestar con nuestro cuerpo tienen un impacto directo y profundo en nuestra autoestima. Cuando nos sentimos físicamente bien, esa sensación de bienestar se traduce en una mayor confianza en nosotros mismos.
Esta confianza se manifiesta no sólo en nuestra autoimagen, sino también en la forma en que nos presentamos e interactuamos con el mundo. Un alto nivel de autoestima nos permite afrontar los desafíos con mayor seguridad y asertividad, tanto en nuestra vida personal como profesional.
Salud y relaciones interpersonales
Hay una verdad fundamental en que las relaciones que mantenemos con los demás son a menudo un reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos.
Cuando cuidamos, cuando invertimos tiempo y esfuerzo en nuestra salud física y mental, desarrollamos una relación más sana y amorosa con nosotros mismos. Esta autoestima sana se traduce en una mayor empatía y paciencia en nuestras interacciones con los demás. Nos volvemos más abiertos, comprensivos y menos propensos a reaccionar negativamente ante el estrés o los conflictos.
En este sentido cabe destacar la importancia del principio "primero está bien tú para estar bien con los demás". Esta filosofía sostiene que para poder ofrecer la mejor versión de nosotros mismos a los demás, primero debemos cuidarnos a nosotros mismos.
En resumen, el deporte y cuidado de nuestro cuerpo son claves fundamentales no sólo para nuestro bienestar físico, sino también para el desarrollo de una autoestima sana y para la creación de relaciones interpersonales fuertes y positivas.
La salud como política de empresa
En Certis, empresa constructora con la que colaboro como responsable de Talento y Desarrollo Humano, somos conscientes del impacto del deporte en la vida personal y profesional de las personas, por eso invertimos en ropa deportiva y promovemos salidas en bicicleta, caminatas, torneos de pádel.
Estas actividades no sólo promueven la salud, sino también una oportunidad de generar sentimiento de pertenencia, cohesión y mejora de relaciones.
Equilibrio cuerpo y mente
Para lograr el equilibrio entre salud mental y física, es esencial adoptar hábitos saludables. Así como el ejercicio regular es fundamental para mantener el cuerpo en forma y vigorizado, la meditación puede ayudar a calmar la mente.
Practicar la meditación a diario puede aumentar nuestra concentración y reducir la ansiedad. El ejercicio físico, por su parte, no sólo mejora nuestra salud física, sino que también ayuda a aliviar la tensión mental. En este sentido me gusta mucho una frase que me dijo un maestro de la salud y el bienestar "cuando la mente se cansa el cuerpo descansa".
Conclusiones
Podría extenderme mucho más sobre el tema de la salud, es algo que me apasiona. Siempre que puedo intento sensibilizar a las Organizaciones ya las personas por tratarlo como una política más del ámbito de la gestión y desarrollo de las personas.
Las organizaciones pueden fomentar la salud mental y física ofreciendo programas de bienestar, espacios para la meditación, e incentivos para el ejercicio regular.
Las personas trabajadoras, por su parte, pueden aprovechar estos recursos y dedicarle tiempo a cuidar su salud mental y física. No hay mejor inversión para estar bien con los demás que la que puedes realizar en ti mismo/a, tu salud y desarrollo.
Mantener un estilo de vida equilibrado no sólo mejora nuestra calidad de vida personal, sino que también nos capacita para ser profesionales más eficaces, creativos y resilientes.
Cuando nos centramos en nuestro bienestar físico y mental, no sólo mejoramos nuestra calidad de vida personal, sino que nos convertimos también en un activo más valioso para nuestra Organización.
Estar en buena salud física y mental nos permite enfrentarnos a los desafíos laborales con mayor energía, claridad mental y un enfoque más positivo, lo que inevitablemente conduce a un mejor rendimiento y mayor aportación a nuestro entorno profesional.
El cuidado personal, incluyendo el ejercicio regular y una vida saludable, no es un acto de egoísmo, todo lo contrario, soy de los que piensa que cuidarse es un acto de responsabilidad, de generosidad y un acto de amor propio que nos capacita para estar más presentes, atentos y efectivos en todas nuestras relaciones y tareas.
No se trata de vivir de cualquier manera, o de sobrevivir, te invito a ser más ambicioso/a en temas de salud y buscar de forma proactiva y determinada vivir con calidad de vida.
¿Y tú? ¿Qué haces para cuidar de tu salud física y mental?
Josep Moulines
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